sábado, 30 de junio de 2012

EL MIEDO Y LA CONFIANZA EN DIOS NUESTRO SEÑOR

LOS PROBLEMAS Y EL MIEDO
Todos pasamos por situaciones difíciles en nuestra vida: debilidades personales, enfermedades, dolor, pérdida de un ser querido, dificultades en el trabajo o de dinero, problemas de los hijos o de los padres, calumnias, infamias, injusticias...y ¿ cuál es tu reacción?. Miedo, angustia, temor, excesiva preocupación. Sabes ¿por qué? ... porque buscas apoyarte solamente en ti mismo, en lo que tú piensas, en lo que tú sientes, en lo que tú podrías hacer para resolver las cosas... te apoyas solamente en tus fuerzas humanas y casi siempre el problema es mucho más grande que tú.

Te olvidas de algo muy importante: Dios está siempre contigo, Él todo lo puede en todo momento. Él es tu seguridad. En momentos difíciles, Dios nunca se olvida de ti. SI DIOS ESTA EN TU ALMA, LO DEMÁS ES PASAJERO

Nunca olvides que fuiste creado por Dios y para llegar a Él, para vivir eternamente en el cielo con Él y que todo lo de esta vida (por importante que parezca) es transitorio, es decir, que pasa. Esta es la medicina para barrer con los miedos.

A LO ÚNICO QUE SÍ HAY QUE TENERLE MIEDO
Lo único a lo que debes tener gran temor y miedo en la vida es a pecar y a perder la amistad de Dios, porque entonces sí habrás perdido lo más importante.

¿POR QUÉ PERMITE DIOS QUE YO TENGA PROBLEMAS?

Cuando sientas que el mundo se te viene encima, que estás lleno de problemas piensa que: A Dios lo que más le importa de ti, es que logres salvarte y a veces permite que vivas momentos difíciles o dolorosos porque sabe que esto te dará la oportunidad de estar más unido a Él, de ser mejor, más santo; en otras palabras que es bueno para tu camino de salvación. A veces el dolor purifica el alma, te hace que crezcas, seas mejor y sobre todo te da la oportunidad de ofrecerlo y de que ames más a Dios. En tus manos está el que aproveches esta oportunidad para ser más santo o para alejarte de Dios.

 
¿POR QUÉ CONFIAR EN DIOS?
Debes confiar en Dios porque sabes que Él es tu Padre y que te ama infinitamente, te ama mucho, mucho más de lo que tú te puedes imaginar. Si te ama, te escuchará, te ayudará y buscará tu bien.

El hombre que reflexiona que es hijo amado de Dios, no pierde la tranquilidad, la paz y la alegría ni en los peores momentos.

¡TODO ES PARA BIEN!

Dios quiere lo mejor para ti, sabe lo que necesitas. Su mirada alcanza esta vida y la eternidad . Él sabe bien lo que hace y lo que permite. Todo está dirigido para tu bien.Aprende a ver el amor que Dios te tiene tanto en las cosas buenas que te pasan como en las adversidades.

EL AFÁN DE CADA DIA

En el Evangelio nos dice Jesús: No andéis agobiados por el día de mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. Le basta a cada día su propia preocupación. El ayer ya pasó, el mañana no sabes si llegará para ti. No hay razón para andar angustiado y agobiado por qué pasará el día de mañana.

Dios te dará las fuerzas necesarias para enfrentar lo que traiga consigo.- Lo que importa es el hoy: es el que tienes para amar y santificarte. A veces puedes sufrir la tentación de querer dominar también el futuro y olvidas que la vida está en manos de Dios. No seas como el niño impaciente que lee un cuento y salta las páginas para ver como acaba la historia.

Pero no confundas el "no preocuparte", con el "no ocuparte" de hacer lo que debas por resolver tus problemas, de trabajar por procurarte un futuro bueno. El abandonarse en las manos de Dios no significa que te quedes sentado a que se resuelvan tus problemas y todo te caiga del cielo, significa ser responsable, poner todo lo que está en tus manos y después, dejar, confiar, abandonar el resultado en manos de Dios.

ORAR MUCHO

Para conseguir la ayuda de Dios, debes pedírsela en la oración.- En ocasiones Dios te hace esperar, otras veces rectifica lo que le has pedido y te concede lo que realmente necesitas; otras más, no te concede lo que pides, porque sin darte cuenta estás pidiendo un mal que tú crees que es un bien.

Tu oración debe de ser:

a) Con humildad, reconociendo que tú solo no puedes nada y que Dios puede todo.
b) Con constancia, pedir todos los días.
c) Con perseverancia seguir pidiendo, aunque no sientas respuesta.
d) Con confianza, sabiendo que Dios es tu Padre que te ama y busca tu bien.
e) Con serenidad, porque Dios sabe bien las necesidades que tienes, lo sabe mucho mejor que tú.

LA VOLUNTAD DE DIOS

Muchas veces los hombres no sabemos lo que es bueno para nosotros, y lo peor es que creemos saberlo. Tú tienes tus propios planes para tu felicidad, y demasiado a menudo miras a Dios simplemente como alguien que te ayudará a realizarlos. Las cosas son totalmente al revés. Dios tiene sus planes para tu felicidad y está esperando que le ayudes a realizarlos. Y quede bien claro que tú no puedes mejorar los planes de Dios. Reflexiona esto una y otra vez, todos los días y entonces podrás abandonarte con serenidad, incluso ante la dureza de aquello que no comprendes y que te causa dolor y preocupación. Nunca olvides que Dios te quiere feliz aquí en el mundo, pero te quiere aún más , feliz con Él para siempre en el cielo.
La SANTIDAD es conocer, amar y cumplir la voluntad de Dios. Amar y cumplir con alegría aquello que Dios te manda cada día a lo largo de tu vida.
 
Recibe bendiciones de tu hermano Jesús Gadiel.
 
 
Compara lo anterior con esto: un padre ama tanto a su hijo enfermo que permite que el doctor le ponga una inyección, porque sabe que aunque en ese momento le duela, es por un bien mayor (curarlo y que esté sano). Tú, como el niño, aunque no entiendas, debes reflexionar que si tu Padre Dios permite ese dolor, es por un bien mayor.

1 comentario:

  1. Bendiciones, muy buena reflexión.
    Les visito desde mi blog
    www.creeenjesusyserassalvo.blogspot.com
    MI TESTIMONIO DE SANIDAD PARA LA GLORIA DE DIOS

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