Hemos experimentado el poder de la oración de fe en nuestras propias vidas.
Es nuestra costumbre orar y llevar a Dios todos nuestros asuntos: cada situación, cada carga, cada problema, cada necesidad, cada decisión, etc. y hemos visto la mano de Dios obrar cada día en lo fácil y en lo difícil, en lo importante y lo insignificante, en lo común y lo extraordinario, en lo que esperamos y en lo inesperado.

Mantegamos nuestra confianza en ese Dios Todopoderoso que no falla, que es Fiel y Verdadero, y que nos ama con amor eterno. El está siempre presto a honrar su Palabra.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:6-7
Orando en todo tiempo “Esta es la Victoria que ha vencido al mundo: Nuestra Fe” 1 Juan 5:4
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Mateo 18:19
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